¡Hola a todos! En este post continúo contando mi experiencia en Madrid sin gluten por primera vez en el puente del Pilar: los sitios donde comí, qué me parecieron, cómo me resultó moverme por allí… Os recuerdo que ya tenía todo más que estudiado de antemano para no verme perdida al llegar allí, por lo que fue facilísimo encontrar lugares donde comer en la capital. Además, hay tantas opciones que no me dio tiempo a probarlas todas. ¡Tendré que volver pronto!
Hoy toca hablar del segundo día, el viernes trece de octubre. Como había leído y visto muchas fotos sobre Cereal Hunters y me resultaba una idea muy curiosa, decidimos ir a probar. Nos acercamos al local que hay en Tribunal pero nos encontramos una cola kilométrica de la que, evidentemente, huimos rápidamente.
La primera alternativa que se nos ocurrió fue Celicioso. Llegamos a la calle Barquillo y encontramos el local. Nos encontramos de nuevo muchísima gente, un personal algo desagradable y además, como ya pude comprobar en Marbella, un precio algo desorbitado. Eso sí, se trataba de unos precios bastante más bajos y asequibles que los de Marbella.
Como no nos decidíamos ni nos quedamos muy convencidos, salimos del local. Para nuestra sorpresa, justo en la esquina encontramos un Cereal Hunters, toda una serendipia. Entramos y nos encontramos con un local vacío y con bastante espacio para comer bajando las escaleras, así que fue toda una suerte. Además, la decoración era muy cinéfila y seriéfila; me pareció chulísima.
Había muchos cereales sin gluten, al menos 7 u 8 variedades y todas con muy buena pinta. Yo pedí el arroz inflado de chocolate sin ningún topping porque el único que ofrecían eran los M&Ms, y no me gustan. Tenían leche sin lactosa, por la cual no cobraban nada. Sin embargo, por otro tipo de leches consideradas “especiales” si que cobraban un suplemento de 0,40€. Al pedir lo más básico pagué prácticamente lo mínimo: 3,60€, por ser bol mediano y cereales importados.
Puntuación: 7
Se trata de una curiosa y divertida opción más para desayunar sin gluten fácilmente y sin preocupaciones respecto a la contaminación. Además, con la posibilidad de probar cereales internacionales que son muy difíciles de encontrar en el mercado español. Sin embargo, opino que es un poquito caro teniendo en cuenta de que se trata de un bol de cereales con leche…
Como desayunamos tarde, después de dar una vueltecita por el centro nos dio la hora de comer. Decidimos aventurarnos en Da Nicola, un restaurante italiano que ofrece una gran cantidad de comida sin gluten del cual había oído hablar muy bien por todos sitios y pensé que merecía la pena darle una oportunidad.
Pese a que llegamos temprano, sobre las 13.30 estaba ya casi lleno, por lo que supongo que es más recomendable reservar la próxima vez. Nos encontramos con que al ser viernes al mediodía había un menú que estaba disponible de lunes a viernes al mediodía por 15€ que incluía bebida, pan (te lo sirven con aceite muy rico), entrante, pizza o pasta y postre o café.
A pesar de que el restaurante es algo caro para lo que yo estoy acostumbrada, ese menú me pareció más que asequible puesto que era muchísima comida.
Los platos del menú evidentemente son más básicos y simples que los de la carta, por lo que si estáis buscando algo diferente y más especial, es mejor que pidáis un plato de la carta. Eso sí, sale mucho más caro. Cuestión de prioridades.
Antes de que decidiéramos que queríamos menú, le echamos un ojo a las cartas y comprobamos que la carta sin gluten era bastante más cara que la normal, algo que siempre me mosquea. Comprobamos que la pizza más barata costaba unos 12€, mientras que la pasta más barata sería a partir de 10€. Una pasada, en mi opinión. Por eso nos alegramos tanto de que no solo el menú fuera adaptable a celiacos sino que se mantuviera el mismo precio.
Mi novio y yo nos pusimos de acuerdo para compartir y probar de todo. Esto fue lo que pedimos:
– Entrantes:
Setas a la plancha con patatas y salsa de ajo y perejil
Ensalada de rúcula de tomate y mozzarella
Los entrantes, pese a su simplicidad, nos gustaron muchísimo y nos parecieron sobresalientes.
– Platos principales:
Pizza de bacon y cebolla
Pasta carbonara
Aquí vino la pequeña decepción. No puedo decir que no me gustaran estos platos, pero sí que esperaba más. La pasta no estaba mal del todo, la cocción estupenda y de sabor muy rica, aunque nunca me suele impresionar mucho la pasta fuera de casa. En el caso de la pizza, puedo decir que simplemente no me sabía a nada, me pareció muy insípida. Fue lo que menos me gustó.
– Postre:
Quise pedir café pero no tenían leche sin lactosa… Así que me tuve que pedir una isla (que es un merengue con natillas) que no me pude comer porque me resultó muy empalagosa y no podía comer nada más de lo llena que estaba.
Mi puntuación: 8
Muy bueno, el personal está muy preparado y aporta mucha seguridad respecto a la contaminación cruzada: como podéis ver, todos los platos sin gluten están marcados con un paragüitas. Otro punto importante a valorar es su localización ya que es muy céntrico. Como punto negativo, opino que el precio es algo elevado para la calidad ya que no me pareció nada espectacular. Quizá la próxima vez si pruebo un plato del menú cambie de idea al respecto, pero aún así, como he dicho antes, el precio de los platos de menú es demasiado elevado para mi bolsillo.
Aquí termina la segunda parte del viaje a Madrid sin gluten, espero que os haya sido de mucha ayuda y pronto os contaré un poquito más sobre otros sitios que visitamos.
Celíaca primeriza 